Cuando pase la tormenta de Lucía de Vicente
Me regalé
este libro para mi cumpleaños después de las estupendas críticas que leí. ¡Qué buen regalo! de lo mejorcito que me he
auto-regalado…sólo comparable con los regalos de mis hijos.
Mary Mantley:
una protagonista cercana, inteligente, emotiva, valiente y a la vez frágil. Es
una mujer estoica, una heroína moderna que ha superado su pasado aunque le ha
marcado profundamente. Pero no por tener esas cicatrices deja de ser una mujer
que se supera a sí misma, que lucha y se aferra a la vida. Una mujer
profesional en su trabajo y que no se deja amedrentar fácilmente. Es así,
porque la vida le ha hecho así, no siempre fue una mujer con coraje, o quizás
en su debilidad si que lo era, ya sabemos que cada uno responde a las piedras
del camino de un modo diferente, unos las sortean, otros las pisan, otros las
apartan…Mary según sea el camino y la piedra actúa de un modo u otro. Es
versátil pero con ideas claras. Es creíble, es cálida, es real...
David
Silkford: bueno en este sentido no puedo ser objetiva ni un poquito. Este
protagonista masculino me enamoró desde el principio. Sé que es un machista al
principio, que se comporta como todo un "capullo" que se pasa con Mary siete
pueblos y pico a veces. Sí, pero aún así me enamoré de él. De todas formas,
creo que David evoluciona, o más que evolucionar, se acopla, se amolda. Su
sentido del humor es muy de mi gusto. El personaje también está perfectamente
pincelado en el libro desde el principio, es lo que es, por lo que ha vivido:
la relación con su padre, su infancia, le han convertido en un tipo duro que se
forja su futuro a base de trabajo. No quiso vivir a la sombra de un padre rico,
no quiso seguir sus pasos y se ha hecho hueco en el mundo. Todo ello lo hace
ser duro, exigente, el mejor en lo suyo.
De los secundarios...
Tom
Silkford, el padre de David: este personaje secundario es inolvidable. Digno
padre de su hijo, si me permetis la expresión. Es manipulador hasta la médula,
irónico y mandón. Quiere dirigir a todos y a todo y no le importa mentir o
edulcorar la verdad a su conveniencia. Que secundario más principal!
El coronel
Jonathan Mantley, el padre de Mary: a través de su diario, comprendemos mejor
las inquietudes de un hombre luchador que enviudó demasiado pronto y que no
supo del todo qué hacer con su hija. Se volcó en su trabajo y aunque no
desatendió a su hija, creo que murió deseando haber sido más para ella. La
trama que se perfila a través del diario me parece no sólo realista, si no que aluciné con
ciertos comentarios, que si bien están puestos como ficticios, no han sido muy
desacertados. He leído algunos ensayos económicos y políticos que perfilan
algunas ideas sobre la evolución de los conflictos internacionales y sus
causas, y puedo decir que muchas de estas supuestas tramas ficticias, son toda
una fuente de búsqueda de causas y consecuencias de muchos filósofos,
politólogos y economistas. Fue una parte que me gustó bastante, desde luego
está muy poco desarrollada pero es de gran originalidad e hila muy bien con la
historia.
La
trama es brillante, bien desarrollada, compleja pero que llega al receptor de
modo sencillo sin subterfugios. Con una narración fluida, unos diálogos que
mezclan lo intenso y lo vanal.
La química
entre los protagonistas, siempre lo he dicho, es una de las cosas que más me
llegó. La interiorizas de un modo increíble, qué historia y qué final.
La trama de
suspense está bien lograda, para mí, suficiente. No es el punto fuerte de esta
novela, a mi modo de ver, pero es que no necesitaba ni un ápice más. Bastante
sufría con todo el entramado emocional y sobre todo…el plato principal: Kenya.
¿Cómo
describir el cúmulo de sensaciones, de olores, de impresiones que me
transportaban a ese país maravilloso mientras leía? En este punto decir algo importante: cuando leo romántica y se me
describen lugares, muchas veces lo confieso: me salto esas partes por aburridas
y superfluas. En este libro mi cuerpo me pedía todas y cada una de estas
descripciones.
Otro punto a su favor son los proverbios que nos
regala en cada capítulo: grandes verdades que te hacen pensar. Reconozco que
como estaba tan enganchada a la historia, me he tenido que leer los proverbios
de nuevo para poder "rumiarlos" con más tranquilidad.
También es un libro directo, cuando se detalla algo que parece estar soltado ahí sin motivo, no te puedes descuidar, tarde o temprano tendrá una explicación, no es un libro recargado, todo lo que se dice, todo lo que hacen, tiene una explicación, nada queda sin atar, sólo tienes que ser paciente y obtendrás una grata recompensa.
También es un libro directo, cuando se detalla algo que parece estar soltado ahí sin motivo, no te puedes descuidar, tarde o temprano tendrá una explicación, no es un libro recargado, todo lo que se dice, todo lo que hacen, tiene una explicación, nada queda sin atar, sólo tienes que ser paciente y obtendrás una grata recompensa.
El libro me cautivó desde la primera página, me transportó a Kenya, me hizo sentir los personajes, les entendía, les veía cercanos. La historia que transcurre con la trama de suspense es muy entretenida y forma parte de la misma, no es un añadido más como en otras lecturas. Lo releeré, porque sé que voy a descubrir algo nuevo en mi próxima vez.
Es una historia compleja, pero que nos llega sencilla en su narración, con unos diálogos cálidos, que calan en lo más hondo y que te atrapan desde la primera página. Cuando un libro te hace reír con sus diálogos locos, cuando te hace estremecerte ante una situación, cuando te hace transportarte e Kenia y sus paisajes y cuando te deja un sabor de boca tan estupendo, no puedes si no ponerlo en un pedestal por todo lo que te ha hecho sentir.
Me ha hecho sentir, pensar y sobre todo disfrutar. Tiene un sitio de honor en mi estantería porque sin duda lo volveré a leer.